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Por Mangata / 28/05/2025

Carta Abierta a los Italo-descendientes: La Justicia Aún es Posible

Queridos italianos de corazón,

Escribo esta carta no solo como abogado, sino como un hombre consciente del profundo valor de la identidad, de las raíces y del vínculo que une a millones de personas en todo el mundo con nuestra Italia.

En los últimos meses, con la introducción de la nueva ley sobre la ciudadanía italiana, muchos de ustedes han sido, en la práctica, excluidos de un camino que ya habían comenzado con esperanza y determinación. Una ley que debería haber representado un “Renacimiento” de la ciudadanía corre el riesgo de convertirse, para muchos, en una amarga interrupción.

Hoy, las posibilidades de obtener el reconocimiento de la ciudadanía italiana están —salvo raras excepciones— restringidas exclusivamente a la vía judicial. Ya no existen atajos administrativos, ni promesas de simplificación: solo queda el camino de los tribunales.

¿Quién aún puede actuar?
➡ Quienes descienden de una línea materna (es decir, de una mujer italiana que transmitió la ciudadanía a un hijo nacido antes de 1948) aún pueden hoy presentar una acción ante un tribunal italiano. Este camino judicial sigue abierto —y continuará siéndolo— porque se basa en un principio constitucional de igualdad de género que la Corte de Casación ha reconocido reiteradamente.

➡ Quienes ya presentaron la solicitud o al menos obtuvieron la inscripción en las listas de espera antes de la entrada en vigor del decreto, aún podrán hacer valer sus derechos en juicio, sobre la base del principio de confianza legítima. Se trata de una batalla que se libra al filo del Derecho, con fundamentos que solo una estrategia legal sólida puede sostener.

➡ Y por último, están aquellos que decidieron o podrán decidir iniciar una acción judicial después de la entrada en vigor del decreto. En estos casos, el margen es más estrecho, pero no inexistente. También aquí será necesario evaluar cuidadosamente si existen elementos de derecho subjetivo ya consolidados o si pueden plantearse perfiles de inconstitucionalidad de la nueva norma.

La verdad es una sola: hoy, más que nunca, el papel de los abogados es crucial.
Somos la última línea de defensa entre una ley que ha dejado fuera a miles de personas y el derecho —inequívoco— de recuperar su identidad y origen italianos.

Cada caso debe ser analizado con rigor, atención y dedicación.
Porque basta un detalle, una fecha, un documento presentado o una prueba material para marcar la diferencia. Y esa diferencia puede cambiar el futuro de toda una familia.

A todos aquellos que hoy se sienten traicionados o abandonados, quiero decirles con claridad: no están solos.
Nuestro estudio está listo para evaluar cada situación concreta, construir junto a ustedes el camino más adecuado y —si es necesario— luchar en los tribunales italianos para hacer valer un derecho que ninguna ley debería suprimir retroactivamente.

La ciudadanía italiana es mucho más que un pasaporte.
Es una identidad, una pertenencia, una historia.
Y haremos todo lo que esté a nuestro alcance para defenderla.

Con respeto y determinación,
Abg. Carlo Pontei